La ley, por si sola, no construye la igualdad. Es necesario que, para que pueda construirse la igualdad ante la ley, el Estado garantice el correcto funcionamiento y la capacitación de los trabajadores de los sectores destinados a su aplicación. De lo contrario, las leyes actuan simplemente como un material cosmético que camufla la desigualdad dentro del discurso social, mientras que los mecanismos que están destinados a su aplicación siguen sin funcionar como corresponde. Escribe en esta oportunidad Deborah Oriana Kaplan.

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El 9 de mayo de 2012, en la Argentina, se sancionó la Ley 26.743 de Identidad de Género. Esta ley permite que las personas trans sean inscritas en sus documentos personales con el nombre y género que eligen. También, ordena que los tratamientos médicos de adecuación a la expresión de género sean incluidos en el Programa Médico Obligatorio generando, de esta manera, garantía en la cobertura de las prácticas en un hospital o clínica tanto público como privado. Esta ley surge como un intento de modelo de solución hacia la discriminación, estigmatización y marginalización de las personas transgénero y dio pie a varios avances, como, por ejemplo, lo que implicaba para las personas trans mostrar sus documentos ya que ahora figura en ellos el sexo y el nombre a elección.

Según un estudio realizado por la Fundación Huésped y la Asociación de Travestis, Transgéneros y Transexuales de Argentina (ATTTA) en el año 2013, sobre un total de 406 personas trans, el 41,2% de las personas consultadas evitó ir a un centro de salud previo a la Ley de Identidad de Género, mientras que luego de ser sancionada sólo un 5,3% decidió no concurrir. Como afirma Nadir Cardozo, referente trans en una entrevista con la Organización Panamericana de la Salud (OPS): «Para mí fue lo mejor que me podía pasar, poder enseñar en un mostrador de un servicio de salud el documento y que me llamen como Nadir Cardozo para ser atendida». Sin embargo, a pesar de este gran avance, este modelo cuenta con problemas. Más específicamente en el terreno de la salud pública, ya que pareciera ser que aún no hay un total acceso para ellos. Es decir, las personas trans suelen ser tratadas como “diferentes” por parte de los equipos médicos de salud. «Hoy, muchas personas trans viven al día. La mayoría de las mujeres trans son trabajadoras sexuales, vienen solas desde las provincias y no tienen seguro social. Cuando llegan a los hospitales, a veces se les ríen y, si los administrativos no están capacitados, las tratan como hombres. Eso hace que varias no quieran acercarse a los servicios de salud», explicó Nadir Cardozo[1].

En este sentido, la atención de los servicios de salud para personas trans sigue siendo muy dispar en nuestro país: dos casos extremos reflejan perfectamente esta hipótesis. Por un lado, Salta. Una encuesta realizada a 202 mujeres trans por Mujeres Trans Argentina – Salta junto al Observatorio de Violencia contra las Mujeres “Roxana Alderete”, la Dirección General de Estadísticas y el Ministerio de Derechos Humanos de la provincia revela que el 26% de las mujeres consultadas accede a una obra social, el 38% a aportes jubilatorios, el 9 % a seguro de sepelio y el 54% no accede a ninguna de estas opciones. Además, el 67% de las personas trans encuestadas realiza tratamiento de hormonización y solo el 33% bajo control médico adecuado.[2]

Por otro lado, en el otro extremo, Santa Fe es una provincia desarrollada en cuestión de acceso a la salud pública para el colectivo trans: cuenta con una atención integral y ofrece el tratamiento y la atención farmacológica adecuada y proporciona gratuitamente hormonas, con el objetivo de favorecer e impulsar la construcción de identidad de género. Por ejemplo, desde 2007, la Municipalidad de Rosario, según señaló  señaló la Federación Argentina LGBT (FALGBT) en un comunicado, «brinda tratamiento hormonal gratuito a mujeres y varones trans de toda la ciudad, y localidades cercanas a Rosario”. El presidente de la Federación, Estaban Paulón, precisó que se trata de “un tema de salud pública”. El Centro Martín de Rosario atiende a cerca de 200 personas trans.  En concreto, se han beneficiado de esta iniciativa 176 transexuales de los cuales 153 son mujeres y los 23 restantes son varones. También en territorio santafesino, el Hospital Iturraspe, brinda ese servicio mediante el cual 100 personas trans reciben tratamiento hormonal, y en toda la provincia son unas 400 las asistidas. En el Hospital Sayago de la provincia de Santa Fe, se llevan a cabo capacitaciones al personal médico sobre terapia hormonal. La aplicación de este programa de atención integral al colectivo transexual es responsabilidad de la Secretaría de Salud Pública y el área de la Diversidad Sexual.[3]

Estos dos casos reflejan que, la ley que debe amparar al colectivo trans e integrarlos en el sistema de salud, no rige igual en todo el país. La desigualdad e injusticia sigue predominando por sobre la ley. Los datos con los que cuenta el colectivo son escasos, pero, nos permiten preguntarnos ¿Por qué se generan estas extremidades? ¿Por qué en ciertas provincias la salud cuenta con un acceso más fácil y justo, pero en otras provincias no?

Salta aún no responde a las demandas del colectivo LGBT ya que carece de medicación hormonal y tampoco cuenta con personal capacitado con perspectiva de género. María Pía Ceballos, referente de Mujeres Trans Argentina (MTA) Salta[4], afirmó: «Si tenés obra social podés acceder a la medicación. Si no, hay que pedir un turno y pelear para que te atiendan». Dicho de otra manera, en la lucha y conquista del colectivo trans por querer alcanzar sus derechos tales como, por ejemplo, un tratamiento de hormonas adecuado y asistido por un profesional médico, mujeres y varones trans sufren de discriminación e invisibilización por parte de los profesionales de la salud, quienes no cuentan con la capacitación adecuada para atender sus cuerpos diversos. La referente de MTA Salta aseguró que hay violencia institucional hacia las mujeres trans y que en el interior se invisibiliza la problemática: «Falta que los médicos se formen en temas de hormonización trans, pedimos acceso a los tratamientos en el primer nivel de atención y que los hospitales hagan las cirugías parciales y totales. También que se trabaje contra la discriminación y exclusión de nuestras compañeras”.

Es tal la discriminación con la que deben lidiar cotidianamente que se han creado los llamados «espacios transvivir», espacios especialmente abiertos para personas trans donde son asistidas por un grupo de profesionales comprometidos con la prestación integral de servicios de salud de alta calidad. El servicio brinda asistencia clínica y psicológica a los pacientes, está fuertemente involucrado con tareas de prevención del VIH/ SIDA y es un generador permanente de conocimiento.

A modo de conclusión, la discriminación es la primera causa por la cual personas trans aún no logran acceder por completo a la salud pública. Quedan excluidas del sistema de salud, y pareciera ser que sus vidas no importan por ser “distintas”. La dificultad para mejorar esta situación hace que el promedio de vida de las personas trans no pase de los 35 a 40 años mientras que la expectativa de vida general de la región que es de 75 años. Pero para que esta situación cambie, para que el colectivo trans logre conquistar un derecho fundamental tal como el acceso a la salud pública, es necesario formar y asesorar a los profesionales de los equipos de salud e impartir una educación desde la perspectiva de la diversidad sexual. Hacer regir en todo el país la Ley de Identidad de Género.

[1] Cardozo, Nadir. Referente trans. Buenos Aires, 17 de abril de 2018. En entrevista con la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Link: https://www.paho.org/hq/index.php?option=com_content&view=article&id=14259:breaking-down-barriers-healthcare-access-transgender-people-argentina&Itemid=135&lang=es

[2] Diario digital La gaceta, Salta. 19 de diciembre de 2016. Link: https://www.lagacetasalta.com.ar/nota/69099/sociedad/77porciento-personas-trans-salta-ejerce-prostitucion.html

[3] Diario Página 12. Buenos Aires, 18 de enero de 2013. Link: https://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-212100-2013-01-18.html

[4] Diario digital El tribuno, Salta. 13 de agosto de 2016. Link: https://www.eltribuno.com/salta/nota/2016-8-13-1-30-0-salta-sin-cobertura-de-salud-para-personas-trans

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